- No entrar al contenido del pensamiento (dejarlo en el espacio de la mente) y llevar la atención a otra cosa distinta, por ejemplo, la respiración. Investigando qué ocurre en mi relación con ese pensamiento cuando la atención se va a otra cosa. Esta opción resulta idónea ante pensamientos abrumadores.
- Llevando deliberadamente la atención compasiva al cuerpo para ver el correlato corporal de ese pensamiento.¿Qué sucede en mi cuerpo cuando tengo este pensamiento? Investigando las sensaciones corporales en sí mismas (ubicación, intensidad, movimiento…) y llevando la respiración a esa zona, inhalando y exhalando desde ahí con la intención de dar espacio y permitir que las sensaciones puedan evolucionar como necesiten, fortaleciendo así nuestra capacidad de estar con lo que ha surgido, de acompañar cálidamente sin juzgar.
- Considerar el contenido del pensamiento como una hipótesis y llevar a cabo conscientemente una acción para verificarlo, por ejemplo, beber un vaso de agua cuando creemos que tenemos hambre para verificar si es hambre o sed.
- Trabajar el pensamiento con la “cajita de creencias”, para flexibilizar las creencias rígidas y antiguas a tu mundo actual (presente) y abrir la mente a visiones alternativas y flexibles (flexibilidad vs rigidez mental; apertura vs estrechamiento). Cultivar una mente abierta a nuevas perspectivas, curiosa, flexible y enfocada a hacia una vida de sentido es una parte esencial del mindfulness. No hace falta rechazar o negar las creencias antiguas o actuales sino más bien explorar con curiosidad otras nuevas, a ver qué pasa.
- Trabajar ese pensamiento y su carga emocional con música Wingwave®. Aquí te tienes un PDF, con los pasos a seguir con la música wingwave.
- Utiliza el humor para aflojar la carga emocional del pensamiento taladro, por ejemplo, poniéndole otra voz distinta a la tuya, escoge un personaje que te resulte muy muy divertido (real o ficticio). ¿Como sonaría el pensamiento “Si no como ahora MATO” con la voz de Groucho Marx, Berto Romero o Eugenio?
Recursos Extras de la Semana 7
Vista previa gratuitaRecursos extras del Programa Atrévete a Comer
Ya tenemos 6 maneras de acompañar a nuestros pensamientos taladro
Tu mente es maravillosa
¿Has visto la película “Una mente maravillosa”? pues resulta que es un buen ejemplo de la opción 1 “llevar la atención a otra cosa distinta” y 3 “verificar la hipótesis”. Trata del matemático John Nash, diagnosticado de esquizofrenia, “John se aferró a su inteligencia y convivió con las voces de su cabeza a pesar de que le ahogaban. Su lucha no fue fácil. Sin embargo, logró entender que el camino de su vida estaba en la aceptación.”
Me gusta mucho esta escena de la película, desde luego que es un gran ejemplo de cómo aceptar que la mente genera eventos no reales y cómo aprender a relacionarse con ellos con amabilidad:
Aflojando la intensidad con el recurso del humor
Otra manera de responder a las creencias y pensamientos limitantes: tirar del humor! nuestra opción 6 de manejo de los pensamientos y creencias.
¿Es el físico de verdad tan importante? ¿Si es así, te acerca o te aleja de una vida llena de sentido y valiosa para ti?
Qué opináis del ideal de belleza actual? ¿Qué creencias hay detrás? Hay un tipo de publicidad que no se cansa de lanzarnos mensajes de que las personas que cumplen con un determinado ideal de belleza (muy delgadas, tonificadas…) son las que tienen éxito y son felices. Como también que el físico es muy importante porque, entre otras cosas, es lo primero que se ve de nosotros. Vamos a reflexionar un poco sobre esto:
1.- ¿CREÉIS QUE A VUESTRAS FAMILIAS LES PREOCUPA VUESTRO ASPECTO FÍSICO? ¿O que os valoran más u os quieren más por el físico que tenéis? ¿Y vosotros a ellos?
Yo desde luego que, a mis sobrinos, por poner por caso, me los quiero igual sean más altos, más delgados o más gruesos…
2.- Y VUESTROS AMIGOS Y AMIGAS, ¿CREÉIS QUE OS VALORAN MÁS POR EL FÍSICO QUE TENÉIS?
Y pensar en vuestra experiencia directa, en vuestras amistades (con cara y ojos). Porque cuando nos ponemos a pensar en la sociedad, nos perdemos en lo que creemos que piensan los demás, pero nos olvidamos de que la sociedad somos en realidad nosotros, cada uno de nosotros.
La pregunta es si creéis que vuestros propios amigos os valoran más por el físico que tenéis. Yo sinceramente creo que mis amigos Clara, Anna, Pedro… no me querrán más si mi cuerpo engordara o adelgazara.
Porque pensadlo bien ¿Creéis que alguien puede ser más o menos simpático o podéis divertiros más o menos con una persona en función del peso que tenga? ¿No verdad? Pero a veces la publicidad nos lo hace creer. Porque si veis a una persona que no coincide con el ideal de belleza de la publicidad acaso pensáis “-Ui ui ui me aburriré con éste”. ¿Verdad que no? no tiene ningún sentido…
La gente por norma general no escoge a sus amigos por el físico. A mí, sinceramente, el físico de mis amistades me trae sin cuidado, lo que me importa es su personalidad, tener “feeling”, que conectemos, que nos lo pasemos bien juntos, que me trate bien, que me escuche, que me esté apoyando en los malos momentos, etc. y etc. y etc. A mis amigos los valoro por lo que hacen y son, no por el físico que tienen ¡a mí qué me importa su peso! NADA y creo que a vosotros tampoco mucho. Vaya que dudo que me digáis que escogéis a vuestros amigos en función del físico que tengan… porque ¿qué os aportaría?
3.- Penúltima reflexión ¿OS IMPORTA LO QUE PIENSAN LAS PERSONAS QUE NO OS CONOCEN DE NADA? esas que pasan por la calle y os miran ¿Os importa lo que piensen de vuestro físico?
Evidentemente molestan las miradas u opiniones críticas o despectivas, sobre todo cuando nos sentimos vulnerables con nuestro físico.
A veces, las personas más inseguras con su físico son las que más valoran el físico y más críticas suelen ser con su propio cuerpo, pero también con el de los demás (conocidos y desconocidos). Y suelen darle más valor a lo que piensan los demás que a su propia opinión, y pasan más tiempo pensando en lo que creen que piensa los otros sobre su físico. Y esto puede resultar peligroso porque las personas que no te conocen, no saben NADA de ti, por lo tanto, solo se están basando en juicios de algo que no se conoce.
Así que de lo que opinen otros de mi físico no me importa tampoco nada. ¿Qué sé yo de ellos y qué saben ellos de mí? ¿Y a vosotros os importa lo que piensan los desconocidos?
4.- Y ahora vamos a ponernos en otra situación. En el caso que nos guste alguien ¿Creéis que os afectaría el aspecto físico? ¿CREÉIS QUE LA ATRACCIÓN FÍSICA TIENE CIERTA IMPORTANCIA CUANDO TE GUSTA UNA PERSONA?
Aquí me diréis que sí ¿verdad? Bueno… quizás sí si se tratara de un “rollete” ya que en ese caso de lo que estamos hablando es de pura atracción física, y ahí el físico podría ser relevante.
Pero cuando esa persona te gusta de verdad, te atrae la persona, y cuando te gusta la persona no te atrae sólo un físico (su peso, sus medidas…). Lo que te gusta es su manera de ser, su personalidad, que te sientes a gusto con esa persona…
No sé si tenéis todas pareja, pero plantearos si alguna vez estáis con una persona que tiene el cuerpo perfecto (ese que nos vende la publicidad), ¿podrías tener una relación de pareja con esa persona si fuera un tostón? os aburrierais un montón, no conectáis en nada, estáis cenando y la conversación es incómoda, o no tenéis nada de qué hablar, en realidad no os cae ni bien ¿estaríais con esa persona? No podríais ¿verdad?
O podrías estar con alguien que no es tratara bien ¿tampoco verdad?
Por lo tanto, hay cosas que son más importantes que no el tema del físico.
Porque ¿Cómo de bien lleváis el tema de las rupturas de pareja? A nadie le gusta que le dejen, ni dejar. Y se hará las veces que sea necesario, nadie pone en duda eso. Pero, y si nos avanzamos y nos lo ponemos más fácil. Hemos visto que el físico no es lo importante en cuestión de amar a la pareja, lo importante es la persona en sí misma. Así que vayamos directamente a conocernos, de verdad, y dejemos a un lado el aspecto físico, porque quizás vamos a estar perdidos entre relaciones, dejando o siendo dejados, hasta llegar a las personas que son relevantes para nuestra vida. Por qué no ahorrarnos todo ese tiempo y empezamos a valorar a las personas por sí mismas que es lo que de verdad importa y no por su físico.
Veréis, estas mismas cuatro preguntas se las hacía a los niños y niñas y adolescentes en los institutos cuando trabajaba para la Fundación Imagen y Autoestima de Barcelona, haciendo talleres de autoestima y prevención (y detección) de Trastornos Alimentarios. Pero son preguntas perfectamente aplicables a nosotros, adultos. Porque para muchos la lección la aprendemos ya muy mayorcitos, o ese fue mi caso, después de sufrir y hacer sufrir mucho, acabas por darte cuenta de que algo falla en esa idea de que sólo si tienes un cuerpo perfecto vas a tener el novio perfecto y la vida perfecta que te permita ser feliz.
Sabéis, me dolía en el alma cuando en los talleres en los institutos algún estudiante opinaba que sus padres le querrían más por ser más guapo o más delgado, por supuesto que era una creencia, estoy segura de que sus padres lo quieren con locura tal y como es. Pero de alguna manera, ese mensaje contundente nos le llegaba a su hijo. Así que, si tenéis hij@s, sobrin@s, niet@s, alumn@s o cualquier joven cerca, aprovechad para decirles claro y rotundamente que los queréis tal y como son, y que con independencia de su físico vuestro amor sería siendo el mismito ¡y que por supuesto que son y serán personas guapas! como dice la canción juvenil de Paula Gonu.
Vaya sermón que os he dado ehhhh. Bueno se nota que la autoestima de los jóvenes SÍ QUE ES UN TEMA QUE ME IMPORTA ja ja ja
Para resumir, qué os parece si a partir de ahora dejamos de poner el foco en el aspecto físico y nos centramos en conocer la belleza que hay en el interior de las personas, nosotros incluidos.
By Mónica Fernández
Flexibilidad mental
Y si en lugar de esforzarnos en luchar contra los pensamientos negativos, simplemente los aceptamos y, con amabilidad, les permitimos estar a nuestro lado (sin rechazarlos ni alimentarlos), y al mismo tiempo llevamos nuestra atención hacia el momento presente, hacia la actividad escogida, como por ej. nuestro desayuno o hacia ese reto que tanta inseguridad nos genera.
ACTIVIDAD CLAVE